Johan Cruyff es considerado el precursor de un estilo que ha dejado una gran impronta en futbolistas, entrenadores, y algunos equipos como sigue ocurriendo a día de hoy en el FC Barcelona.

Lo cierto es que este holándes, figura sin lugar a dudas, entre los mejores futbolistas de la historia; y su nombre quedó grabado para siempre en el Ajax, el FC Barcelona y la selección holandesa, tanto dentro como fuera del campo.

En un fútbol distinto al que vemos hoy, Johan Cruyff, era habilidoso, rápido y estético; hacía goles, disparaba desde lejos y también era un exquisito asistidor.

Futbolista

Brilló en el Ajax entre 1964 y 1974.

Allí ganó seis ligas y tres Copas de Europa (conocida como Champions League desde 1993). Luego, pasó al Barcelona, donde jugó cinco temporadas, para añadir a su palmarés una Liga y tres Balones de Oro.

Tras dos años en la NALS (liga estadounidense de fútbol), primero en Aztecas y luego en Diplomats, estuvo un año en el Levante, de la segunda división de España. 
Posteriormente, jugó otro año en Estados Unidos y retornó al Ajax, donde jugó dos años más.

Al igual que en la primera etapa, se fue de Ajax enfrentado con la dirigencia. 
Así, para 1984 se retiró como jugador con la camiseta de Feyenoord.

En total, marcó 369 goles en 661 partidos de clubes; ganó 17 títulos nacionales y 5 internacionales. Su legado, sin embargo, fue mucho más grande que eso…

La Naranja Mecánica

El ‘padre del fútbol moderno’ comenzó a ganarse el mote desde que participó en su selección; dirigida por Rinus Michels, la ‘Naranja Mecánica’ disputó el mundial de Alemania 1974 fue una de las pocas que quedó en la historia a pesar de no lograr el título.

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El campeón fue el combinado local, pero pocos lo recuerdan más que a aquel maravilloso equipo liderado por Cruyff dentro del campo.

Bajo el lema de ‘fútbol total’, este equipo innovó con características que hasta ese momento no eran habituales en el mundo del fútbol, como por ejemplo:

  • Preparación física rigurosa al servicio de la técnica y el buen juego
  • Rotación de puestos y la premisa de que todos atacaban y todos defendían
  • Ataque con extremos y presión inmediata apenas se perdía el balón
  • Posesión constante, triangulaciones y juego colectivo por encima de cualquier individualidad
  • El fuera de juego como método defensivo

Este equipo también disputó y perdió la final de Argentina 1978, nuevamente contra el local y con muchas ausencias, entre ellas la de Cruyff.

Los equipos de Michels se basaban fuertemente en la idea de la colectividad; algo que se pensaba imposible para la época, con personajes como Maradona y Pelé en los reflectores.

Pero el talento de Cruyff era tan grande que se convirtió en el ejecutor perfecto de estas ideas de colectividad, dónde ningún jugador destacaba sobre otro; pero así: Johan lució como si hubiesen sido creados, entrenador y jugador, el uno para el otro.

En términos actuales, Cruyff tenía la inteligencia y la visión de juego de Iniesta en el Barcelona y el desequilibrio individual de Leo Messi o Mbappé, considerando que era derecho.

En una época donde los esquemas defensivos, además de muy sólidos, eran mayoría, esta idea enamoró a quienes preferían el fútbol vistoso.

El ‘Catenaccio’ estaba muy presente en aquellos tiempos, debido al éxito de la Italia de Enzo Bearzot, campeón de Europa en 1968.

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Pero bueno, en su selección, el astro holandés disputó 48 partidos entre 1967 y 1977 y marcó 33 goles.

No le alcanzó, sin embargo, para quedarse con un título. Esta es, quizás, la única deuda futbolística que le quedó al gran Johann.

 

La leyenda del maestro

Johan Cruyff fue recordado como jugador por la magnífica habilidad para desplegar un fútbol vistoso, colectivo y efectivo; como entrenador, la ecuación no cambió demasiado.

Tras haber formado parte de una de las generaciones más talentosas del fútbol neerlandés, es normal que Johan Cruyff quisiera plasmar las enseñanzas de sus entrenadores pasados desde el banquillo.

Por ello, a inicio de la temporada 1984-1985 dio sus primeros pasos al incorporarse al Ajax como director deportivo; pero para su segundo año fue firmado como entrenador del primer equipo gracias a su buen ojo para invertir en la cantera y sus excelentes ideas.

Johan Cruyff debutó como entrenador en la temporada 1985-1986; dirigió por tres años al Ajax, donde se consagró en tres oportunidades; sin embargo, fue en el FC Barcelona donde vivió sus mejores años en un banquillo.

Desde 1988 hasta 1997, Johan Cruyff sentó las bases del fútbol moderno; de lo que sería el modelo que supo consagrar para siempre Pep Guardiola. 
Algo muy similar al estilo de  juego de la ‘Naranja Mecánica’ de 1974.

Su estilo de juego en el Barça recordaba a los mejores años de la Holanda de los 70’ gracias a su control de balón, posesión y transiciones rápidas hacia el ataque a partir de inicios en el centro del campo.

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Este estilo, el hoy llamado Tiki-Taka, fútbol posicional o fútbol de toques, fue evolucionando a partir de la influencia de Johan hasta ser perfeccionado por su mayor pupilo, Pep Guardiola.

Con el equipo Culé, el holandés obtuvo 8 competencias locales (4 Ligas) y 3 internacionales, incluyendo la primera Copa de Europa de la institución catalana en 1992.

Casualidad o causalidad, el cerebro de aquel equipo era, justamente, Guardiola.

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