Paso lo que todos los aficionados de los Phoenix Suns se temían y es que el día de ayer su flamante refuerzo, Kevin Durant, sufrió una nueva lesión minutos antes de iniciar el partido ante los Ohlahoma City Thunder. Durant se esguinzó el tobillo derecho mientras calentaba, por lo que no pudo participar en el encuentro el día de ayer.
Durant es probablemente uno de los mejores jugadores de los últimos años de la NBA, sin embargo, la “fragilidad” de su cuerpo no le ha permitido mantener su mejor nivel.
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Cuando los Suns adquirieron a Durant, este había estado de baja debido a otra lesión. El 9 de enero, los Nets anunciaron que Durant se perdería un mes debido a un esguince del ligamento cruzado anterior derecho que sufrió en un partido contra los Miami Heat, cuando Jimmy Butler cayó torpemente sobre la rodilla de Durant. Se le volvería a evaluar dos semanas después de la lesión.
En lo que va del año, Durant se ha perdido más de 20 encuentros y con esta nueva lesión, el alero de los Phoenix Suns se perderá por lo menos el resto de la temporada regular, es decir, 16 juegos. El problema para los de Arizona es que la conferencia del oeste está sumamente cerrada y con una combinación de malos resultados, el conjunto del Sur de los Estados Unidos podría caer a puestos de play-in.
De acuerdo a los primeros informes, Durant estará de baja entre 4 y 6 semanas, por lo que dependiendo como evolucioné su lesión, podría estar de regreso para las primeras rondas de los playoffs, suponiendo que los Suns se clasifican a playoffs de manera directa.
