Los Lakers cayeron ante los Nets 121-104, sin LeBron ni Davis, misión imposible para unos Lakers que llegaron vivos al último cuarto, pero cedieron a la lógica y a un Kyrie acertado y centrado.
Al final, los Lakers se quedaron sin argumentos. Era lo que todo el mundo sabía que iba a pasar y lo que finalmente pasó: sin LeBron James y Anthony Davis, este equipo no puede ganar a uno simplemente mejor.
El partido contra los Nets, con las bajas con las que los Lakers lo enfrentaban, era directamente impensable de ganar. Se intentaron a hacer fuertes en el barro, en las trincheras. En el rebote, la pelea en la zona, la fuerza interior, la resistencia a los golpes. Pero no hay manera de que eso funcione si no se mete un lanzamiento: los Lakers se quedaron en un 39% en tiros de campo, por debajo del 38% en triples e intentaron 37 tiros libres, de los que fallaron 14.
En los Nets, el mejor fue un Kyrie Irving que tras sus líos iniciales a principio de temporada, parece más centrado que en mucho tiempo. 26 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, 4-7 para los Nets desde la ausencia de Kevin Durant y 31-19 en total, en el cuarto puesto de la Conferencia Este.
