Adelantadas a su época María Fillipis, “Lella” Lombardi y Divina Galicia, se convirtieron en las primeras mujeres en abrir el deporte motor en el Gran Circo al género femenino.
María Teresa de Fillipis nació en una familia acomodada, sin embargo su carácter fuerte y su amor por la velocidad la llevarían a conseguir su primera victoria en el mundo de las carreras en 1954 con un Fiat 500, regalo de su padre.
Para 1958 debutaría en el Máximo Circuito en el Premio de Mónaco, pero quedaría fuera de la carrera tras finalizar en la posición 23 de la parrilla, pues para ese entonces solo los primeros 16 lugares podían correr en la pista.
Sería hasta el Gran Premio de Bélgica, de ese mismo año cuando Fillipis se convertiría en la primera mujer piloto en la Fórmula 1 y aunque su carrera sería corta, ya que María Teresa se retiraría tras la trágica muerte de su compañero de equipo Jean Behra, dejaría abierto el camino para las mujeres amantes de la velocidad en el máximo circuito.
A ella le sucedería Maria Grazia “Lella” Lombardi, quien se convirtió en la primera y única mujer que ha sumado puntos para su equipo en un Gran Premio.
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La hazaña la consiguió el 1975 en el Gran Premio de España, en la carrera hubieron 5 decesos que provocaron que no todos los pilotos quisieran correr, pero “Lella” sería de las pocas que aceptó correr la carrera y finalizaría en sexto lugar, sumando medio punto para su escuderia.
Un año después otro momento importante marcaría la historia del automovilismo, cuando la piloto británica Divina Galicia debutó en el Gran Premio de Gran Bretaña donde se encontraría con Lella Lombardi, permitiendo que por primera vez en la historia dos mujeres participaran juntas en una carrera de Fórmula 1.
