Las Teresitas, ubicada en Tenerife, Canarias, es una playa artificial que ha adquirido una importancia inesperada; pues originalmente creada en la década de 1960 para atraer turistas, esta playa ha evolucionado hasta convertirse en un santuario para los tiburones ángel (Squatina squatina).
El proyecto, iniciado bajo el gobierno franquista, transformó una playa rocosa y de arena negra en un lugar paradisíaco similar a los destinos caribeños.
La remodelación de Las Teresitas se completó en 1972, se utilizaron cuatro millones de sacos de arena dorada traída del Sahara Occidental para reemplazar la arena local.
Este ambicioso proyecto no solo logró atraer turistas, sino que también creó un hábitat propicio para los tiburones ángel, una especie que actualmente está en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las Teresitas, el refugio de los tiburones ángel
El tiburón ángel, conocido científicamente como Squatina squatina, es una especie de tiburón de cuerpo aplanado que se asemeja a una mantarraya; este depredador nocturno es conocido por emboscar a sus presas y, a pesar de su apariencia, es un cazador eficiente.
La población de estos tiburones ha disminuido drásticamente debido a la pesca de arrastre y otros factores humanos, lo que hace que su presencia en Las Teresitas sea especialmente significativa.
Los tiburones ángel han adoptado Las Teresitas y otras áreas de Canarias como zonas de cría; la falta de pesca de arrastre en estas aguas ha permitido que esta especie encuentre un refugio seguro en la región.
Aunque hay registros desde el siglo XIX de la presencia de estos tiburones en la zona, la transformación de Las Teresitas ha proporcionado un hábitat estable para su recuperación.
Retos y Conservación
A pesar de la importancia biológica de Las Teresitas, los tiburones ángel enfrentan varios desafíos: incidentes con bañistas, como pisotones accidentales, han causado deformaciones en algunos tiburones.
Además, la acumulación de basura en la playa representa una amenaza para su nuevo hábitat, es crucial que se tomen medidas para proteger y conservar este entorno único, no solo por su valor turístico, sino también por su importancia ecológica.
Las Teresitas se ha convertido en un símbolo de cómo una intervención humana, destinada inicialmente a fines turísticos, puede tener un impacto positivo en la conservación de especies amenazadas.
La historia de Las Teresitas es un recordatorio de la interconexión entre las acciones humanas y el medio ambiente, proteger este santuario es esencial para asegurar la supervivencia de los tiburones ángel y para preservar la biodiversidad marina.
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