La Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, detalló que el gobierno nacional no busca sostener un diálogo con Ecuador tras la ruptura de relaciones por el asalto a la embajada mexicana en Quito.
No obstante, no descartó que se realice un diálogo diplomático, según sus declaraciones con el periodista Leonardo Curzio.
“Tenemos que propiciar que haya un diálogo diplomático, pero no directo, sino lo vamos a hacer a través de un tercer país, que lo más probable es que sea el Gobierno de Suiza”, mencionó Bárcena.
Sin embargo, agregó que la mención que se hace a Suiza se debe a que existe una solicitud a este país para resguardar los bienes privados del personal diplomático mexicano, asegurando que cualquier otra interpretación es “inexacta y antojadiza”.
“En la conversación aludida, la referencia a Suiza es precisa, y refiere a la solicitud de buenos oficios para resguardar los bienes y mobiliarios del personal diplomático mexicano que debió ser repatriado de manera inmediata. Nada más ni nada menos. Cualquier interpretación que exceda ese marco es inexacta y antojadiza”, se lee en el comunicado oficial.
La cancillería enfatiza que en el derecho internacional prevé que, en casos de ruptura de relaciones, es posible encargar a un tercer país la protección y ejercicio de los intereses nacionales, aclarando que ésta es la figura a la que está recurriendo México y que todo diálogo con Ecuador continuará únicamente en la Corte Internacional de Justicia.
¿Por qué hay conflicto entre México y Ecuador?
Ecuador ingresó a la fuerza a la embajada mexicana en Quito, ya que ahí se refugiaba el exvicepresidente Jorge Glas. No obstante, esta acción fue calificada como invasión a la soberanía nacional.
La Embajada Mexicana protegía a Glas, conocido por su cercanía con el expresidente Rafael Correa y considerado uno de los políticos más influyentes en Ecuador, mientras él aguardaba un salvoconducto que le permitiría viajar a Ciudad de México. Sin embargo, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ordenó su detención inmediata, frustrando los planes de salida de Glas.
El asalto a la embajada mexicana fue llevado a cabo violentamente, con la policía ecuatoriana rompiendo las rejas y enfrentando a diplomáticos mexicanos que intentaban proteger el espacio consular, amparado por el derecho internacional. Las autoridades ecuatorianas extrajeron a Glas del edificio y lo trasladaron a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en Guayaquil, en una furgoneta negra con cristales tintados.
La respuesta de México no se hizo esperar, con el presidente López Obrador anunciando la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador en un claro gesto de repudio hacia la violación de su embajada y la captura del asilado político.
Más información relevante aquí.
