La sonda japonesa SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) ejecutó el aterrizaje espacial más preciso hasta la fecha, ya que logró posarse a unos 55 metros de su objetivo.
El objetivo principal de SLIM era realizar un aterrizaje de “pinpoint” o de precisión en un radio de 100 metros alrededor del cráter Shioli, cerca del ecuador lunar, una precisión sin precedentes hasta el momento. Cabe destacar que habitualmente, las misiones tienen un margen de aterrizaje de hasta varios kilómetros.
La sonda aterrizó poco después de las 12:20 a.m. (hora de Japón) tras un descenso accidentado de 20 minutos en el que uno de sus dos motores se averió, según el director general de la agencia aeroespacial de Japón JAXA, Hitoshi Kuninaka.
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“Aun así, llegó a aterrizar a unos 55 metros del objetivo, por lo que consideramos que es un éxito, ya que nuestra meta era que lo hiciera dentro de un radio de 100 metros”, señaló Kuninaka.
El artefacto espacial logró establecer comunicación con la Tierra tras el alunizaje, pero sus paneles solares quedaron erróneamente orientados hacia el oeste, por lo que no será de capaz de generar energía a partir de sus células solares.
La precisión del aterrizaje pudo haber sido mejor
SLIM podría haber mejorado la ubicación de su alunizaje de no haber perdido uno de los dos motores. De acuerdo al responsable del proyecto, Shinichiro Sakai, pudo haber alunizado a en un radio de unos 10 metros del objetivo, “posiblemente entre 3 y 4 metros”.
Tras perder en torno a la mitad de su potencia por el problema con el motor, el software instalado en la sonda “determinó de forma autónoma la anomalía y continuó el descenso con el otro motor, controlando el movimiento gradual del SLIM para que su posición horizontal se desplazara lo menos posible”, detalla el informe sobre el alunizaje japonés.
