Un reciente artículo en la revista Nature Astronomy estimó que, a pesar de lo que podría pensarse, una baja presencia de dióxido de carbono en un planeta rocoso moderadamente templado, a comparación con otros planetas del mismo sistema, indicaría la presencia de una cantidad importante de agua líquida.
El estudio realizado por varios científicos, entre ellos Amaury Triaud de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, y Julien de Wit, del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), podría significar un antes y un después en la detección de algún indicio de vida en otros sitios más allá del sistema solar.
Hasta el momento, se ha confirmado la existencia de más de cinco mil 500 exoplanetas en más de cuatro mil sistemas planetarios y la cifra podría seguir aumentando.
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“El Santo Grial en la ciencia de los exoplanetas es encontrar mundos habitables y vida, pero todas las características de las que se ha hablado hasta ahora estaban fuera del alcance de los observatorios […] Ahora ya tenemos una manera de averiguar si hay agua líquida en otro planeta”, explica Julien de Wit, profesor de Ciencias planetarias en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
El equipo de investigadores determinó que una baja presencia de dióxido de carbono podría significar que en un determinado planeta hay vida y es que el ejemplo más evidente de esto es la misma Tierra.
En nuestro planeta, la mayor parte del dióxido de carbono es absorbido por los océanos. No obstante, en Venus y Marte, otros planetas rocosos de nuestro sistema solar, existe un porcentaje mucho mayor de dióxido de carbono debido a que ambos no poseen océanos que puedan absorberlo.
Es por eso que una baja presencia de dióxido de carbono puede ser un indicio vital para determinar que un planeta o exoplaneta posee océanos de agua líquida y, por consiguiente, las probabilidades de encontrar vida ahí aumentarían considerablemente.
¿Qué es un exoplaneta?
Los exoplanetas son planetas que orbitan estrellas fuera de nuestro sistema solar, es decir, planetas que no están en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. La palabra “exoplaneta” proviene de “extra-solar” (fuera del sistema solar) y “planeta”. Estos planetas se encuentran en sistemas estelares distantes y no orbitan alrededor del Sol.
La detección de exoplanetas ha sido posible gracias a avances tecnológicos en observación astronómica, como telescopios espaciales y terrestres más potentes y métodos de detección más sofisticados.
Se utilizan diversos métodos para identificar exoplanetas, incluyendo la observación de tránsitos planetarios (donde el planeta pasa frente a su estrella desde nuestra perspectiva), mediciones de velocidad radial (que detectan pequeñas oscilaciones en el movimiento de la estrella causadas por la presencia de un planeta) y técnicas de imagen directa.
