La carrera espacial emprendida por Rusia sufrió un revés significativo el pasado domingo 20 de agosto, después de que la sonda rusa Luna-25 se estrellara contra la superficie lunar mientras intentaba convertirse en la primera nave en alunizar en el Polo Sur de la Luna.
”La Luna-25 asumió una órbita no prevista y dejó de existir como resultado de la colisión contra la superficie lunar”, informó la agencia espacial rusa, Roscosmos, en su canal de Telegram.
Tras el fracaso de Luna-25, la sonda india Chandrayaan-3 tiene la oportunidad de convertirse en la primera nave que alcance dicho objetivo.
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Chandrayaan-3 superó con éxito la fase de aproximación y se acerca cada vez a alunizar el inhóspito territorio de la Luna antes que potencias tradicionales como Rusia, Estados Unidos y China.
Cabe destacar que alunizar en el satélite terrestre y volver a la Tierra no es una labor sencilla. A lo largo de la historia espacial, han sido varias las estaciones automáticas que se han estrellado. Esta es la tercera vez que India lo intenta.
Moscú se mostraba optimista de lograr el objetivo después de que Luna-25 alcanzara la órbita lunar, comenzara a girar alrededor del satélite y enviara imágenes de su superficie. Este lunes 21 de agosto era la fecha propuesta por las autoridades rusas para el alunizaje.
Durante la jornada del sábado algo salió mal. Una “situación de emergencia” puso a todos en alerta, después de que los motores impulsaron la Luna-25 hacia la órbita previa al alunizaje.
Los ingenieros rusos en Tierra perdieron la comunicación con la estación a las 14:57 del sábado y nunca pudieron recuperarla.
