El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pronosticó un total de cinco ondas u olas de calor para México durante para el 2024; una en marzo, en abril, dos en mayo y una en junio.
Las primeras olas de calor que llegaron a nuestro país alcanzaron temperaturas de hasta 45 grados e incluso la CDMX rompió el récord de calor con 34.2 grados centígrados, tras superar los 33.9 grados del 9 de mayo de 1998.
Estas altas temperaturas son un fenómeno habitual en México provocado por sistemas de alta presión o anticiclónicos que inhiben la formación de nubes, provocando cielos despejados o parcialmente nublados, baja probabilidad de lluvia y un aumento significativo en las temperaturas.
¿Qué es una ola de calor?
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, una onda de calor es el calentamiento importante del aire o invasión de aire muy caliente, sobre una zona extensa. También es conocido como un periodo de más de tres días consecutivos con temperaturas por arriba del promedio, esto aplica tanto para las temperaturas máximas (las que se registran entre las 14:00 y 16:00 horas) como para las mínimas (entre las 05:00 y 07:00 horas).
Este fenómeno se debe a la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, el cual favorece un ambiente diurno muy caluroso sobre el noroeste, norte, noreste y occidente de la República Mexicana.
Estas pueden durar más de dos días e incluso, hasta semanas. Se pueden tener temperaturas máximas extremas en un solo día, sin que se considere el evento como una onda de calor.
Suelen presentarse en gran parte del territorio nacional, principalmente en los estados del norte y sureste.
¿Cuántas olas de calor habrá en México en 2024?
El SMN pronosticó un total de cinco para este año. A finales de abril ya hemos superado dos olas y quedan tres restantes, dos para mayo y una última en junio.
Olas de calor: Estudio revela que son más fuertes que en 1980
De acuerdo a un estudio publicado la revista Science Advances, desde 1979, las olas de calor se mueven un 20 por ciento más lento, lo que significa que más gente pasa calor durante más tiempo, y ocurren con un 67 por ciento más de frecuencia.
Los coautores del estudio y climatólogos Wei Zhang, de la Universidad Estatal de Utah, y Gabriel Lau, de la Universidad de Princeton aseguraron que el estudio va más allá del enfoque en el empeoramiento de las olas de calor y profundiza en la duración del calor y su propagación por los continentes
Hace más de 40 años, entre 1979 y 1983, las olas de calor duraban ocho días en promedio, pero entre 2016 y 2020 su duración era de 12 días. La zona de Eurasia sufrió especialmente por la duración más prolongada de las olas de calor.
El calentamiento global es el gran responsable de ralentizar el paso de las olas de calor en todo el mundo. Además de la duración mayor de estos eventos, también registran temperaturas mucho mayores, ya que según el estudio, las olas de calor han aumentado en frecuencia, intensidad y duración, especialmente en muchas partes del mundo durante las últimas décadas.
América del Norte y Australia registraron los mayores aumentos de magnitud en temperatura y superficie, mientras que en África disminuyó.
“Este estudio es una clara advertencia de que el cambio climático hace este evento aún más peligroso en más de un sentido”, explicó el científico del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, Michael Wehner, quien no participó en la investigación.
Recomendaciones ante una ola de calor:
El Sistema Meteorológico Nacional recomienda a la población a tomar precauciones y seguir las indicaciones de Protección Civil.
Algunas de las medidas de prevención incluyen:
- Evitar exponerse al sol durante períodos prolongados.
- Consumir agua en abundancia, preferiblemente embotellada si estás fuera de casa.
- Permanecer en lugares frescos y protegidos del sol directo.
- Usar protector solar y aplicarlo 20 minutos antes de exponerte al sol.
- Utilizar prendas ligeras y lentes oscuros con protección UV.
- Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
- Verificar que los alimentos estén bien refrigerados y sean frescos.
- Mantenerse hidratado adecuadamente y prestar especial atención a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
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