Ser una estrella en Los Angeles Lakers no es para cualquiera. La etapa del base de los Chicago Bulls Patrick Beverley en Los Angeles Lakers fue, cuando menos, frustrante y complicada.
El ex escolta de Los Ángeles Clippers firmó para jugar junto a LeBron James y compañía el verano pasado, pero al final formó parte de un equipo de los Lakers que sufrió uno de los peores comienzos de la temporada regular.
Con mucho ímpetu, pero malas estadísticas, finalmente fue traspasado a los Orlando Magic en la fecha límite de traspasos antes de ser fichado por los Chicago Bulls.
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Desde su llegada a los 6 veces campeones de la NBA, la vida ha sido mucho mejor para Beverley. No sólo juega en el equipo de su ciudad natal, sino que también ha dado energía al equipo y ha contribuido a que desde su llegada hayan conseguido un balance de 8-4 en su lucha por un puesto en los playoffs.
Más allá de los resultados, Beverley declaro que existe una gran diferencia entre las aficiones de los Lakers y de los Bulls.
“Si juego un mal partido con Chicago, no tengo que mirar en Twitter y escuchar ‘¡es un inútil, sáquenlo de aquí!”. dijo Beverley en su podcast (vía NBA Central). “Como si lo escuchaba en Los Ángeles”.
No era solo la altamente exigente y demandante fanaticada con la que Beverley tenía un problema, sino también toda la cadena de mando dentro del equipo de los Lakers con James y todas las demás estrellas.
“Deberíamos hacer esto en defensa… ‘no, estamos bien… Tenemos que rotar… Bron qué quieres decir con que tenemos que rotar, tú ni siquiera estás jugando…”. añadió Beverly dando contexto de situaciones en ciertos juegos.
“Ellos no me escuchan …. Tienes que pasar por el entrenador novato, por LeBron, por AD, por Russ, y luego llegan a mí. No me escuchan como deberían”.
Ahora, desde que Beverly llego a Chicago, su confianza está por los cielos y eso lo ha demostrado con sus números. Es seguro decir que Beverley está en un lugar mucho más feliz ahora con los Bulls ocupando actualmente el último puesto de play-in en la Conferencia Este.
