Una persona murió de manera instantánea y trágica en el Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam tras caer dentro del motor en marcha de un avión operado por la aerolínea KLM.
Los pasajeros del vuelo y algunas personas que estaban en las puertas de embarque cercanas al avión presenciaron el lamentable accidente. La aerolínea dio a conocer que los testigos estaban recibiendo atención psicológica y médica. Además, evacuaron inmediatamente el vuelo KL1341 con destino a Billund. Hasta el momento no se conocen la causa del suceso.
“Nuestros pensamientos están con los familiares y estamos preocupados por los pasajeros y colegas que han presenciado esto”, escribió la compañía en un comunicado.
Las autoridades neerlandesas, conocidas como Marechaussee, confirmaron lo sucedido y también dieron a conocer que ya trabajan en una investigación para esclarecer lo sucedido.
Protocolos de seguridad fallaron en el aeropuerto de Schiphol, Ámsterdam
Aunque todavía no sé conoce exactamente qué ocurrió en el accidente, es evidente que los protocolos de seguridad para evitar este tipo de tragedias no se siguieron.
Las turbinas a reacción de los aviones de vuelo comerciales son sumamente peligrosas y por eso existen varias medidas que tanto los pasajeros como la tripulación y el personal del aeropuerto deben seguir.
Cuando los pasajeros abordan el avión, incluso a pie de pista, el capitán debe mantener los motores apagados hasta que confirme que cerraron las puertas. Sin embargo, aun después de que aborden los pasajeros, los trabajadores de la pista deben continuar con sus labores.
En la actualidad, varias aerolíneas colocan un cordón de seguridad invisible, el cual recomienda no acercarse a menos de 10 metros de toda la parte delantera del vehículo aéreo. Si te acercas más, la succión de los motores del avión es capaz de generar suficiente succión para atraparte, incluso cuando están arrancando.
Este tipo de accidente no son tan extraños como parecen. Desde 1969, han existido varios casos de personal de tierra absorbido por motores de aviones, algunos resultando en lesiones graves y otros en fatalidades.
Los motores CFM56, tales como los empleados en diversos modelos de Boeing 737, son particularmente peligrosos debido a la carencia de guías de entrada que puedan brindar alguna protección en caso de succión.
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