El pasado domingo, las autoridades en Irán anunciaron una nueva campaña para obligar a las mujeres a usar su pañuelo islámico en la cabeza después de 190 meses de la muerte de Masha Amini, mujer que fue detenida y por la cual se desató una ola de protestas en todo el país.
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Asimismo, la policía de la mora, se retiró tras la muerte de la joven de 22 años en septiembre del 2022, por lo cual las autoridades tuvieron problemas para contener las protestas masivas que pedían la caída de la teocracia ( un sistema de gobierno en el cual la autoridad política está basada en principios religiosos) mismo que estaba a cargo de Irán durante cuatro décadas.
Las protestas fueron silenciadas después de la muerte de 500 manifestantes y casi 20 mil detenidos, sin embargo, muchas mujeres continuaron ignorando las normas oficiales de vestuario en la capital, Teherán, y otras ciudades.
Los clérigos que rigen el país, señalaron que las normas no han cambiado, por lo que el hiyab es considerado un pilar de la revolución Islámica que les llevó al poder, además de que señala un atuendo formal como indicio de decadencia occidental.
El vocero de la policía, Saeed Montazerolmahdi, señaló que la policía de la moral volvería a notificar y si es necesario a detener a las mujeres que no portan su hiyab en público.
