Al mismo tiempo que los futuros de los índices de acciones estadounidenses registraron caídas, el conflicto militar en Oriente Medio impulsó los precios del petróleo y los bonos del Tesoro.
Este movimiento se produjo después de un alentador informe de empleo estadounidense de septiembre, lo que generó expectativas sobre las cifras de inflación que se darán a conocer durante la semana.
El domingo, Israel atacó el enclave palestino de Gaza en represalia por uno de los ataques más mortales en su historia, perpetrado por el grupo islamista Hamás, en el que murieron 700 israelíes y se secuestraron a decenas más.
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La incertidumbre que provoca la posible interrupción en el suministro de petróleo impulsó los precios. El precio del Brent subió 2.93 dólares, alcanzando los 87.51 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense aumentó 3.04 dólares, llegando a los 85.83 dólares por barril.
Posteriormente, el Brent subió aún más, alcanzando los 88.82 dólares por barril, un incremento del 5.2 por ciento, y el WTI llegó a 87 dólares por barril, un aumento del 5.16 por ciento, poco antes de la apertura de los mercados en Asia.
En cuanto a los futuros de los principales índices de Wall Street, se observaron pérdidas. El Nasdaq retrocedió un 0.67 por ciento, el Dow Jones un 0.61 por ciento y el S&P 500 un 0.73 por ciento durante la noche del domingo.
Es importante mencionar que los precios del petróleo habían experimentado una caída de más del 11 por ciento en la primera semana de octubre, marcando su mayor declive semanal desde marzo.
La mezcla mexicana de exportación, el Brent del Mar del Norte y el WTI fueron afectados por esta disminución en sus valores, lo que subraya la volatilidad de los mercados en medio de las tensiones geopolíticas que se viven actualmente.
