Red Bull ha establecido un plan de sucesión para continuar con el buen funcionamiento de la empresa, donde se incluye el proyecto de Fórmula 1 como Red Bull Racing y AlphaTauri, tras la muerte de Dietrich Mateschitz; incluso, aprobó un túnel de viento nuevo para Red Bull antes de morir.
Tan solo dos semanas después del fallecimiento del fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, la empresa austriaca ya ha decidido cómo será el futuro de sus operaciones en todos los niveles.
Mediante una carta escrita por Mark Mateschitz se presentó cómo han llegado al acuerdo de que la responsabilidad estratégica y operativa ya no se ejecutará por un único director general, como ocurría antes, sino que se dividirá en tres directivos.
El hijo del difunto propietario, Mark, explica que se pondrá en marcha una solución “propuesta por mi padre” y “apoyada por nuestros socios tailandeses”, haciendo referencia a la familia de empresarios Yoovidhya.
Por lo que en el futuro, los negocios de Red Bull estarán a cargo de un llamado Consejo de Administración, formado por:
- Franz Watzlawic [Director General de la bebidas]
- Alexander Kirchmayr [Director Financiero]
- Oliver Mintzlaff [Director General de Proyectos Corporativos e Inversiones]
El hijo de Mateschitz añadió en la carta que envió a todos los trabajadores de la compañía: “Franz, Alexander y Oliver eran nuestro equipo ideal, estoy muy contento de que se encarguen de esa tarea”.
La división de responsabilidades significa que los equipos de Fórmula 1, tanto el principal como AlphaTauri, estarán a partir de ahora bajo la responsabilidad de Mintzlaff, que cuenta con el patrocinio entre sus nuevas tareas, mientras que Kirchmayr, como nuevo Director Financiero, es probable que sea quien dé el visto bueno a los presupuestos.
El alemán no es un desconocido para los aficionados al deporte en su país de origen, y es que fue presidente del Consejo de Administración del RB Leizpig de la Bundesliga y director general del club.
Antes de eso, se encargó de coordinar todos los compromisos futbolísticos a nivel global del Red Bull Leizpig desde 2014 hasta el ascenso a la primera división dos años después, y también cuenta con la experiencia de haber competido como atleta al haber acabado quinto en el campeonato alemán de media maratón en 1999 y octavo en la carrera de 10 kilómetros en 2001.
Se cree que es poco probable que las operaciones de Red Bull en la F1 cambien mucho como resultado de la nueva estructura de la alta dirección, especialmente con el jefe del equipo de F1, Christian Horner, que ha ayudado a llevar a la escuadra de vuelta a su primer doble campeonato desde 2013.
“Ha puesto una base muy sólida para el futuro. Y con Red Bull convirtiéndose en 2026 en un fabricante de unidades de potencia, esa era la pieza que faltaba en nuestro rompecabezas, y él tuvo la visión para permitir que eso sucediera”.
“Y al igual que hemos hecho con el chasis, llevaremos ese mismo espíritu, su espíritu, a la futura compañía de motores”, añadió Mark Mateschitz.
Aunado a eso; Mateschitz aprobó un túnel de viento nuevo para Red Bull antes de morir, indicó su hijo en la carta.
Red Bull usa el antiguo túnel de viento de Arrows desde que compró el equipo Jaguar en 2004; el tamaño y lo antiguas que son esas instalaciones hace que tengan sus limitaciones, sobre todo en el control de temperatura.
Ya este año hacer un túnel de viento nuevo estaba en los planes del equipo, mucho antes de que llegara la penalización por no respetar el techo presupuestario.
Hay que recordar que la FIA acaba de castigar a Red Bull con una reducción del 10% en los test aerodinámicos por superar el techo presupuestario; se trata de un proyecto que puede llevar hasta dos años completar, así que no llegará hasta que el castigo haya terminado.
Horner cree que el castigo les afectará, sobre todo por lo ineficiente que es su túnel de viento actual.
Además del problema de regular la temperatura, al equipo le lleva su tiempo alcanzar la máxima velocidad de viento necesaria para hacer mediciones más fiables y claro, este tiempo es tiempo que pierden de probar.
