Krivói Rog, la ciudad natal del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, fue atacada por las fuerzas armadas rusas durante la noche del pasado 12 de junio con varios misiles que impactaron edificios civiles y provocaron la muerte de al menos 10 personas y más de dos docenas de heridos.
Este ataque es el último episodio sangriento en la guerra rusa en Ucrania, cuya duración ya se ha prolongado a 16 meses, al mismo tiempo que el ejército ucraniano lanza una contraofensiva respaldada por armas proporcionadas por Occidente.
A través del canal de Telegram del presidente, se podía observar a bomberos luchando contra el fuego mientras las llamas asomaban a través de las múltiples ventanas rotas del edificio, el cual estaba rodeado de vehículos dañados y calcinados.
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“Más misiles terroristas […] Los asesinos rusos continúan su guerra contra edificios residenciales, ciudades y personas normales”, declaró el mandatario.
Durante las labores de rescate, seis cuerpos fueron recuperados en el almacén de una empresa privada no identificada, indicó el gobernador de la provincia de Dnipropetrovsk, Serhiy Lysak.
“Otras cuatro vidas fueron sesgadas por el ataque al edificio (residencial) de cinco plantas”, agregó.
Por su parte, el alcalde de Krivói Rog, Oleksandr Vilkul informó que 28 personas resultaron heridas y declaró que tienen indicios de que al menos una más estaría atrapada entre los escombros.
Este ataque aéreo fue el más grande de los lanzados por Rusia sobre varias zonas de Ucrania durante la noche.
