El ‘mayor espectáculo del automovilismo’ tiene ya 33 competidores inscritos para la prueba, tantos como caben en la parrilla, tras el anuncio del segundo piloto (Ryan Hunter-Reay) de Dreyer & Reinbold, por ahora la única formación que participa en este evento sin hacerlo en el resto del calendario de IndyCar.
El equipo de Dennis Reinbold, creado en el año 2000, ha puesto la guinda al pastel en su alineación de dos coches este miércoles con la contratación de todo un campeón como Ryan Hunter-Reay.
El piloto estadounidense, de 42 años, intentará participar por 15ª vez en la Indy 500 al volante del coche #23 y compartirá equipo con el británico Stefan Wilson, quien fue confirmado el pasado mes de noviembre en el #24 con apoyo de Cusick Motorsports.
La incorporación de Hunter-Reay supone el retorno a la parrilla del campeón de IndyCar en 2012 y del ganador de la Indy 500 en 2014, después de perder su asiento en Andretti Autosport al término de la temporada 2021 en favor de Romain Grosjean.
Hunter-Reay estuvo cerca de procurar un asiento para la edición del año pasado con Juncos, pero la falta de un patrocinador le acabó relegando a un rol de mentor para el debutante Callum Ilott.
Sin oportunidades en IndyCar, sus apariciones en 2022 se limitaron a la resistencia americana, compitiendo en las 12 horas de Sebring y el Pétit Le Mans con el programa Cadillac gestionado por Chip Ganassi Racing, y a la Superstar Racing Experience, logrando un cuarto puesto en la mejor de sus seis carreras en los ‘short ovals’ americanos ante otros pilotos veteranos.
Con 282 carreras disputadas desde su debut en 2003, Hunter-Reay cierra el top 10 histórico en este apartado, dentro de un palmarés adornado con 18 victorias, 7 poles y 47 podios. Sus primeros años, a caballo entre diferentes equipos pequeños u oportunidades a corto plazo tanto en Champ Car como en IndyCar, depararon tres victorias.
