Jason Lee, director de Save the Children para los Territorios Palestinos, señaló que no existe ningún espacio en el cual los niños puedan cuidar su salud mental.
Asimismo, se detalló que no solo se está ocasionando un daño sin precedentes en la historia de Palestina, sino que los menores son conscientes de que no existe un lugar seguro en Gaza.
La ONG destacó que después de un mes del ataque de Hamás a Israel, más de 10 mil personas han muerto en Palestina, de las cuales, al menos 4 mil 200 son infantes.
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Antes de este conflicto, el 80 por ciento de los niños vivían con miedo, preocupación, pena o duelo, como reveló Save the Children en un informe publicado a mediados del año pasado.
La organización ha solicitado un alto al fuego, ya que, sin él, los niños perderán ‘sus últimas reservas de esperanza y confianza’. El responsable advirtió que ‘cada día de violencia implica más cicatrices mentales y físicas que durarán toda la vida’, con un riesgo que la salud mental de la infancia llegue a ‘un punto de no retorno’.
