La Unión Sindical de Trabajadores Automotrices (UAW por sus siglas en inglés) entró oficialmente en huelga, en un hecho inusitado después de que fábricas de las Tres Grandes (D-3); General Motors (Wentsville), Ford (Michigan) y Stellantis –Chrysler– (Toledo) pararon simultáneamente.
Cerca de 12 mil 700 obreros entraron en paro, de los cerca de poco menos del 10 por ciento de los 150 mil afiliados.
La UAW exige el 40 por ciento de incremento salarial prorrateado en los cuatro años de duración de sus contratos colectivos (CCT).
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Además, están buscando un acuerdo para que la industria automotriz electrificada del futuro, y sus cadenas, sean cubiertos por la UAW y las firmas vía contratos macro–sectoriales.
El incremento salarial se tendrá que prorratear en cuatro años, los mismos de la duración del contrato. Dichas cifras corresponden a la inflación alta de estos años en Estados Unidos, de 7.0 y 6.5 por ciento en 2021 y 2022, respectivamente, y un previsible 4 por ciento en 2023.
Estas cifras van de la mano de las ganancias récord que han alcanzado las firmas en estos años. Únicamente el primer semestre de 2023, las D-3 se embolsaron cerca de 23 mil millones de dólares, esto es 80 por ciento más que en 2022, que fue de suyo otro año de bonanza.