Claudia Sheinbaum tomó protesta este martes como Presidenta de México y se convirtió en la primera mujer en la historia en ocupar el cargo. La mandataria llegó a la sede de la Cámara de Diputados alrededor de las 11:00 horas acompañada de políticas mujeres de distintos partidos y después subió al estrado para el inicio del protocolo de investidura.
El ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador entregó la banda presidencial a Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, que a su vez cedió el honor a una cadete del Heroico Colegio Militar. La joven militar fue finalmente quien colocó la banda presidencial a Sheinbaum. La mandataria, que ya había enunciado su protesta, se dirigió entonces a todos los asistentes, en un discurso que duró alrededor de 40 minutos. Estas fueron los puntos claves de la intervención:
Honores a López Obrador
La presidenta Claudia Sheinbaum comenzó su comparecencia saludando a los jefes de gobierno invitados y agradeciendo por su labor al expresidente Andrés Manuel López Obrador. “Ha sido un honor luchar con usted, hasta siempre hermano, amigo, co compañero, López Obrador” se expresó la mandataria. Además, describió a su antecesor como “el dirigente político y social más importante de la historia” y lo reconoció por haber iniciado “la transformación” de México. “Estará siempre en el corazón del pueblo de México”, recalcó al respecto.
Sheinbaum: “Llegamos todas”
A continuación, Sheinbaum procedió a reconocer la lucha incansable de otras mujeres en la historia para que ella pudiera estar en el lugar donde está. “En 503 años de historia, por primera vez llegamos a la Presidencia. Y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas”, expresó desde el estrado. “México es de mujeres y hombres libres que lucharon por la democracia, las libertades y justicia”, agregó la mandataria.
Intento de reconciliación, pero sin olvidar el pasado
Sheinbaum amagó por la reconciliación en un país polarizado, al declarar que será la presidenta de todos los mexicanos. También, envió un mensaje de tranquilidad a los inversionistas extranjeros, al asegurar que sus proyectos estarán seguros en México. En ese sentido, también recalcó la importancia de que el Banco de México conserve su independencia, ante el temor de algunos de una mayor intervención del gobierno en la institución.
Sin embargo, a la vez que expresaba un discurso de unión, también reivindicó banderas obradoristas del pasado. Una de ellas es la lucha contra el desafuero de López Obrador y otra es el llamada “fraude de 2006”, en el que su antecesor perdió unas polémicas elecciones ante Felipe Calderón. Finalmente, el discurso de Sheinbaum dejó claro que su gobierno será uno de carácter continuista con el de López Obrador, un líder que limitó sus esfuerzos a gobernar para los suyos, pero que, al mismo tiempo, deja el cargo con una aprobación muy alta entre los mexicanos.
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