En 2018, Starbucks despidió a una exdirectora regional de la compañía tras un escándalo provocado por la detención de dos hombres negros en uno de sus locales en Filadelfia.
Un jurado federal de Nueva Jersey condenó a la empresa a indemnizar a su exempleada con 25.6 millones de dólares (25 millones por daños, 600 mil por perjuicios).
El despido se produjo apenas dos años antes de la muerte a manos de la policía de un afroamericano en Minneapolis, lo cual provocó la mayor oleada de protestas contra el racismo en Estados Unidos y el mundo.
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El suceso se desató después de que dos jóvenes negros entraran al local para una reunión de negocios con un blanco. Durante la espera, y antes de pedir la consumición en la barra, uno de ellos solicitó ir al baño (se necesita un código de acceso), el cual les fue negado y le solicitaron a ambos que se retiraran del local.
Cuando los dos sujetos se negaron, un empleado del establecimiento llamó a la policía. Ambos sujetos fueron detenidos y las imágenes de su detención circularon por todo el país.
Starbucks fue acusado de racismo y se planearon varias amenazas de boicot en su contra. El hecho resultó en una crisis de imagen muy fuerte para una de las marcas más importantes en Estados Unidos y el mundo, la cual se agravó ante la negativa de permitir la organización sindical de sus empleados.
El jurado determinó que Starbucks violó los derechos civiles federales de la mujer, así como una ley de Nueva Jersey que prohíbe la discriminación por motivos de raza.
