Proeza completada, los Tampa Bay Ray empataron la marca de más triunfos al hilo (13) al vencer a los Red Sox de Boston por pizarra de 9-3, con lo que ahora su récord es de 13-0; este viernes en punto de las 17:07 horas buscarán agrandar la hazaña en la visita a los Toronto Blue Jays.
Al ver al lanzador abridor Jeffrey Springs salir del montículo con un entrenador en la cuarta entrada, el bateador designado Harold Ramírez pensó que el jueves podría no ser el día de los Rays. El relevista Kevin Kelly tuvo que apartar la idea de que esta vez el equipo no podría cambiar las cosas.
“Miré a mi alrededor y la cara de todos parecía que acabábamos de perder”, dijo Ramírez sobre la partida de Springs en la cuarta entrada. “Pero pienso para mí mismo, todavía nos queda mucho juego, y dije: ‘Podemos volver'”.
Una entrada más tarde, Ramírez abrió y terminó un rally de siete carreras con un par de dobles cuando los Rays remontaron para vencer a los Medias Rojas 9-3 e igualar el récord de la era moderna de Major League Baseball de 13 victorias consecutivas para comenzar la temporada.
Una multitud de 21,175 en el Tropicana Field pudo ver a los Rays convertirse en el tercer equipo desde 1901 y el primero desde los Cerveceros de 1987 en comenzar una temporada 13-0. Los Bravos de 1982 también lo hicieron.
“Bonito, bastante sorprendente”, dijo el manager de los Rays, Kevin Cash. “Felicitaciones a todos nuestros muchachos. Y me alegro de que lo hayamos hecho en casa, porque tuvimos un tremendo apoyo de los fanáticos durante toda esta estadía en casa. Sin duda, cuando haces algo así, estás jugando muy bien y no hay una parte de nuestro juego en este momento con la que no nos sintamos bien”.
Solo los St. Louis Maroons de 1884 tuvieron más victorias consecutivas (20) para comenzar una temporada. Mientras se dirigen a Toronto para una serie de fin de semana contra los Blue Jays, los Rays todavía tienen una oportunidad de lograr ese récord.
“Creo que pone un poco más de chispa en nuestro sistema… A nadie le gusta un empate”, dijo el segunda base Brandon Lowe. “No se le escapa a nadie. Sabemos lo que está pasando aquí. Entendemos la gravedad de todo y lo divertido que ha sido, pero tampoco nos preocupa el día siguiente”.
Dirigiéndose a la parte inferior de la quinta, los Rays tenían más que suficiente de qué preocuparse solo con los Medias Rojas.
Springs se fue una entrada antes con lo que el equipo llamó neuritis en el codo izquierdo, y los Medias Rojas tomaron una ventaja de 3-1 con la ayuda de un elevado fallido y una jugada doble que Tampa Bay no pudo convertir.
Ramírez fue al plato para abrir el quinto episodio con solo la esperanza de embasarse.
“Harold luchando durante ese turno al bate para salir con el doble realmente encendió la alineación allí mismo”, dijo Brandon Lowe, quien conectó su quinto jonrón en seis juegos en la séptima entrada. “Siento que una vez que obtienes una pequeña chispa en esta alineación, no hay vuelta atrás”.
Los Rays usaron todo lo que pudieron en la media entrada. Josh Lowe recibió base por bolas, y Francisco Mejía, Brandon Lowe y Randy Arozarena conectaron carreras con sencillo. Wander Franco fue golpeado por un lanzamiento, y luego Manuel Margot lanzó un toque de emergente con las bases llenas.
“Me di cuenta de que su tercera base jugaba atrás, y B-Lowe corre bien, así que sabía que si conseguía el toque en la línea o entre ellos, teníamos una oportunidad”, dijo Margot a través del gerente de comunicaciones Elvis Martínez Guerrero.
El toque sorprendió a todos.
“Manny hizo un toque hermoso. … Creo que cualquiera podría haber anotado con eso”, dijo Brandon Lowe. “No es lo que esperas, con las bases llenas, que suceda. Pero, de nuevo, esa es solo otra cosa sobre este equipo que Manny no intentó subir y tratar de golpear un grand slam. Él entendió que, ‘Puedo hacer lo que puedo hacer, déjame dejar este toque y ver qué sucede con eso’.
“Tener el ego completamente fuera del camino y todo en lo que estaba concentrado era solo en correr, es un testimonio de lo que hemos estado haciendo todo este año hasta ahora”.
Ramírez completó el rally con un doble de tres carreras en su segundo turno al bate de la entrada.
No es sólo la ofensa. El pitcheo también ha estado en racha.
Cuando Garrett Cleavinger no pudo sacar más que un out en relevo de Springs, Kevin Kelly entró y sacó a los Rays de un aprieto. Permitió una carrera en 2⅔ entradas para obtener su primera victoria en las Grandes Ligas. Luego, Braden Bristo lanzó tres entradas en blanco para ganar el salvamento en su debut en las Grandes Ligas.
Kelly admitió que estaba preocupado en el cuarto.
“Especialmente cuando ves a Jeffrey dejar el juego, piensas que es lo peor que nos podría pasar”, dijo Kelly. “Pero los muchachos también decían, ‘Está bien, lo mantendremos cerrado y tenemos tiempo’.
“Y luego boom, tenemos esa gran entrada”, dijo Kelly con una sonrisa, “y seguimos adelante”.
