Un estudio a cargo de un equipo internacional de científicos publicado por The Astrofisical Journal Letters descubrieron la segunda y cuarta galaxia más distantes hasta la actualidad.
Ambas se encuentran en el cúmulo de Pandora y fue gracias al empleo del telescopio especial James Webb de la NASA que dicho descubrimiento fue posible. La distancia con estas galaxias es casi inimaginable, pues se encuentran a 33 millones de años luz.
Una característica particular de estas distantes y ancianas galaxias es su tamaño, pues son mucho más grandes que otras galaxias observadas a distancias tan extremas.
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“Se sabe muy poco sobre el universo primitivo, y la única manera de aprender sobre esa época y poner a prueba nuestras teorías sobre la formación y el crecimiento de las primeras galaxias es con estas galaxias tan distantes”, declaró el primer autor, Bingjie Wang.
Anteriormente, solo se conocían tres galaxias confirmadas a tal distancia, las cuales estaban representadas como puntos rojos en las imágenes. No obstante, las nuevas galaxias son mucho más grandes y aparecen representadas como un cacahuate y bola esponjosa.
De acuerdo a los cálculos realizados por el equipo de científicos, la luz detectada por el Webb fue emitida cuando el universo tenía unos 330 millones de años y viajó unos 13 mil 400 millones de años luz hasta llegar al telescopio, por lo que abren estas galaxias una ventana al pasado.
Actualmente, las galaxias se encuentran mucho más cerca de la Tierra, a unos 33 mil millones de años luz. La cercanía se debe a la expansión del universo durante este tiempo.
Galaxias primitivas como estas se pueden ilustrar como faros que emiten luz a través del finísimo gas de hidrógeno que formaba el universo primitivo y solo a través de su luz se puede, de acuerdo a los autores, “empezar a comprender la física exótica que gobernaba la galaxia cerca del amanecer cósmico”.
