Miles de personas marcharon sobre las calles de la Ciudad de México para protestar en contra de la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Mediante la consigna de “#ElINENoSeToca“, los manifestantes ocuparon el tramo desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución desde las 10.30 de la mañana.
El movimiento masivo fue convocado por diversas organizaciones civiles y partidos políticos. Los participantes abogaban por distintos motivos pero en la marcha encontraban un común denominador: Su rechazo al gobierno de López Obrador.
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Aunque la evidencia fotográfica parece señalar lo contrario, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, indicó que fueron entre 10 mil y 12 mil personas las que asistieron a la marcha, mientras que los organizadores de la misma informaron que asistieron más de 200 mil.
No obstante, a pesar de la extensa marcha, el INE (Instituto Nacional Electoral) ya recibió un golpe significativo de cara a 2023, después de que la Cámara de Diputados determinó un recorte de 4 mil 475 millones de pesos del gasto requerido por el propio INE para el próximo año, en el cual, el Estado de México y Coahuila tendrán elecciones.
Por otra parte, varios expertos han señalado que el actual sistema electoral mexicano es muy costoso y requiere una modernización inmediata, un fuerte recorte de gastos y la centralización del organismo podría implicar una disminución en su eficiencia y la apertura a posible fraudes electorales.
La Reforma Electoral propuesta por el jefe del Ejecutivo federal busca transformar al INE a través de las siguientes medidas:
- Desaparecer las dependencias electorales estatales
- Reducir el financiamiento a los partidos
- Reformar la elección de los integrantes del organismo electoral por sufragio ciudadano y no por la Cámara de Diputados, como es actualmente.
- Suprimir a los legisladores plurinominales que son electos por representación proporcional mediante listas regionales, lo que eliminaría a 200 diputados y 32 senadores y reduciría la cámara baja a 300 miembros y el Senado a 96
- Cambiar la manera de votar por los magistrados del Tribunal Electoral y la directiva del INE, la cual se reduciría de once a siete consejeros.
Este último punto es uno de los más debatidos dentro de la reforma, ya que optar por un proceso de elección público para los consejeros le restará autonomía a los nuevos integrantes del INE y los partidos más populares podrán promover de manera más efectiva a sus candidatos
Al retomar el contexto actual, el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) del presidente López Obrador gobierna en la gran mayoría de los 32 estados, por lo que de aprobarse la reforma, su partido tendría más posibilidades de influir en la opinión de los votantes y así lograr que sus candidatos aseguren las posiciones como consejeros del INE y asegurar un control sobre el organismo.
La bancada de Morena y sus aliados no alcanzan la mayoría necesaria en el Senado para que su reforma sea aprobada, por lo que necesitarán de la cooperación de un partido opositor para evitar que la iniciativa del mandatario federal sea rechazada como fue el caso de la reforma eléctrica.
Una posible alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes en septiembre sufrieron una ruptura con sus aliados de oposición después de apoyar la reforma militar, podría ser lo necesario para que el INE se transforme en el Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC)
