Después de que se encontraran indicios de cocaína líquida en Costa Rica, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) del país centroamericano inició una pesquisa para determinar el origen de dicha sustancia.
De acuerdo con las conclusiones, el Cártel de los Hermanos Sánchez -organización delictiva mexicana con sede en Querétaro– es el proveedor de esta droga
La investigación señala que la droga realiza una triangulación en la cual se ven involucrados tres países, los cuales son:
- Colombia
- México y
- Costa Rica.
El gobierno costarricense comenzó la movilización tras descubrir la cocaína líquida al interior de frascos con sirope y se exportaba a través de una empresa privada costarricense a América, Europa y Medio Oriente.
El expediente de indagatoria elaborado por el OIJ señaló que esta organización criminal tenía vínculos con cárteles de la droga en México, Europa y Asia.
Tras las investigaciones, Costa Rica realizó una serie de cateos y persecuciones, las cuales resultaron en:
- La confiscación de cocaína líquida;
- Instrumentos de laboratorio,
- Insumos químicos,
- Armas de fuego,
- Dinero en efectivo,
- Vehículos,
- Joyas y
- Bienes inmuebles.
Este caso revela una nueva tendencia en el tráfico de drogas en Costa Rica, donde el clorhidrato de cocaína se transforma en sustancias líquidas y se camufla como productos legales para eludir los controles de seguridad en los puertos.
¿QUÉ ES EL CÁRTEL DE QUERÉTARO DE LOS HERMANOS SÁNCHEZ?
Según los descubrimientos del gobierno de Costa Rica, esta organización delictiva era dirigida por los hermanos Álvaro Sánchez Sánchez, conocido como «El Tartamudo» y su hermano Lorenzo Sánchez Sánchez.
La investigación señala que Álvaro Sánchez fue asesinado el pasado 18 de abril junto con otros miembros de su familia, por lo que ahora Lorenzo asumió el liderazgo del cártel.
Costa Rica subraya la complejidad de esta estructura criminal, con conexiones que se extienden desde México hasta Europa y Asia, y sugiere que los líderes de la organización podrían estar asentados en México.
Las investigaciones telefónicas mostraron que la mafia realizaba llamadas a varios países, incluidos México, Estados Unidos, Europa y otras naciones.
