Tupperware, el icónico fabricante de recipientes de plástico, ha solicitado protección bajo la ley de quiebras en EE. UU. debido a problemas financieros persistentes y a la disminución de la popularidad de sus productos.
Laurie Ann Goldman, la presidenta de la empresa, comentó que “la difícil situación financiera de la compañía ha sido afectada por un entorno económico complicado”. Al acogerse al capítulo 11 de la ley de quiebras, Tupperware busca mantenerse en funcionamiento mientras trabaja en su recuperación.
Goldman explicó que, tras considerar varias alternativas, la empresa llegó a la conclusión de que esta medida era “la mejor opción”. Esta posibilidad había sido mencionada en los medios durante las últimas semanas.
El valor de las acciones de Tupperware se suspendió el martes en Wall Street, después de que Bloomberg informara sobre una posible quiebra. El lunes, las acciones cayeron un 57,51% en un solo día.
A mediados de agosto, la empresa admitió que enfrentaba “problemas de liquidez importantes” y tenía “dudas sobre su capacidad para seguir adelante”. Tupperware ha estado lidiando con una deuda significativa durante años y ya reestructuró su pasivo una vez en 2020.
Los activos de Tupperware
Desde 2022, el grupo no ha publicado informes financieros. En 2022, la facturación se redujo a 1.300 millones de dólares, un 42% menos que cinco años antes. Según los documentos presentados al tribunal de quiebras en Delaware, Tupperware valora sus activos entre 500 y 1.000 millones de dólares, mientras que su pasivo varía entre 1.000 y 10.000 millones de dólares, repartidos entre 50.000 y 100.000 acreedores.
Neil Saunders, director de GlobalData, señaló que “Tupperware logró ganar algo de tiempo con acuerdos sobre su deuda, pero ese tiempo se agotó y la empresa no puede continuar”.
Fundada en 1946, Tupperware se convirtió en un gran éxito en EE. UU. y otros países gracias a su red de representantes. Aunque los recipientes inicialmente se vendían en tiendas, la empresa innovó con las “reuniones Tupperware” a domicilio, que reunían a un representante con posibles compradores.
Sin embargo, Tupperware ha enfrentado desafíos con el comercio en línea, la entrega de comida a domicilio y los recipientes desechables. Además, algunos consumidores buscan opciones más amigables con el medioambiente.
La empresa intentó adaptarse al nuevo modelo de consumo desarrollando ventas en línea y acuerdos con tiendas, pero no logró detener su declive. Saunders comentó que “es difícil imaginar cómo esta marca podría recuperar su antigua gloria”. En 2017, Tupperware contaba con más de tres millones de representantes en todo el mundo.
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