El pasado sábado 8 de octubre, un derrumbe provocado por inundaciones y días de lluvias torrenciales arrasó un pueblo en el centro de Venezuela y dejó al menos 34 muertos y decenas de desaparecidos mientras arrastraba lodo, rocas y árboles por los vecindarios de Las Tejerías, un pueblo ubicado en el estado de Aragua, al suroeste de Caracas.
Cuando comenzó la lluvia, los habitantes de Las Tejerías apenas tuvieron unos cuantos segundos para ponerse a salvo de las grandes cantidades de agua, lodo, escombros, piedras y árboles que cayeron sobre ellos por las laderas de la montaña que flanquea el municipio de 54 mil habitantes.
Un día después de la tragedia, la vicepresidenta Delcy Rodríguez informó: “Hubo un gran derrumbe en la zona central de Las Tejerías” donde se desbordaron cinco riachuelos, dijo desde el lugar del siniestro. “Ya hemos encontrado 22 personas muertas; hay más de 52 desaparecidos”.
Sin embargo, los más recientes trabajos de rescate, en donde se emplearon drones y perros rescatistas, elevaron la cifra de fallecidos a 34 y la de desaparecidos a más de 60.
El gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro, ha declarado que 120 de los 335 municipios del país han sido afectados. Asimismo, el mandatario informó que se han desplegado a más de 20 mil elementos, incluidos socorristas y agentes de los cuerpos de seguridad, para atender la emergencia.
Además, las autoridades también declararon que 317 casas en Las Tejerias fueron arrasadas por el deslizamiento de tierra y otras 750 viviendas sufrieron daños.
