De acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature, el verano pasado en el hemisferio norte, también conocido como verano boreal, que trajo grandes incendios en el mediterráneo, inundaciones sin precedentes en Estados Unidos y olas de calor que pusieron a prueba las redes eléctricas en varias partes del mundo, no solo fue el más cálido registrado desde 1940, sino el más caluroso de los últimos dos mil años.
Diversos científicos europeos concluyeron el año pasado que el periodo comprendido entre junio y agosto había sido el más caluroso de los registrados desde 1940, otro indicio más de que el cambio climático está alimentando nuevos fenómenos extremos.
Sin embargo, el calor del verano de 2023 en el hemisferio norte también eclipsó los registros en un espectro temporal mucho más amplio.
Jan Esper, científico del clima de la Universidad Johannes Gutenberg de Alemania y coautor del estudio, declaró que “cuando se observa el largo barrido de la historia, se puede ver lo dramático que es el calentamiento global reciente”.
Sin embargo, el calor del verano de 2023 en el hemisferio norte también eclipsó los registros en un espectro temporal mucho más amplio.
De acuerdo al estudio, en el verano de 2023 las temperaturas terrestres entre los 30 y los 90 grados de latitud norte alcanzaron 2.07 grados Celsius (3.73 grados Fahrneheit) más que los promedios preindustriales.
Para alcanzar esta cifra, los científicos utilizaron registros de estaciones meteorológicas de mediados del siglo XIX, que en conjunto con anillos de miles de árboles de nueve lugares del hemisferio norte, funcionaron para recrear cómo eran las temperaturas anuales en un pasado lejano.
Además, según estas mediciones, el verano pasado fue 2.2 °C más cálido que las temperaturas medias estimadas para los años comprendidos entre el 1 y el 1890.
2023, ¿El verano más caliente en los últimos 100 mil años?
Además, científicos del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea comunicaron en enero que era “muy probable” que 2023 hubiera sido el más cálido de los últimos cien mil años.
Sin embargo, Esper y un equipo de científicos europeos han refutado tales afirmaciones. “No disponemos de esos datos […] Ha sido una exageración”, señaló el coautor de estudio.
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