Max Verstappen, tricampeón del Mundo en la Fórmula 1, fue entrevistado por la Gazzetta dello Sport, y declaró: “en mi garaje me gustarían todos los monoplazas de Red Bull con los que gané el título. Y es más, me gustaría el Ferrari F2004 de Schumacher, un coche increíble. Pero no sé cómo comprarlo. Hago un llamamiento a John Elkann: espero que lea esta entrevista y tal vez me llame”.
Y es que el actual piloto de Red Bull Racing previamiente ya había mencionado que de terminar su contrato en 2028 con el equipo de Milton Kyenes, tendría 31 años de edad, mismos que le darían la oportunidad incluso de competir más temporada para otro equipo como Ferrari, la esencia e historia de la máxima categoría del automovilismo.
Es difícil culpar al tres veces campeón del mundo, además de ser un gran éxito, el Ferrari F2004 es apliamente fascinante para los amantes del automovilismo.
Además de sus Red Bull del campeonato mundial, al piloto holandés también le gustaría tener este monoplaza en su colección personal.
En 2004, Max Verstappen tenía siete años y hacía un año que había empezado a correr en karts, sólo once años después el piloto holandés debutó en la F1.
En el campeonato de Fórmula 1 de 2004 había en la pista un coche que a Max Verstappen le gustaría tener en su colección personal, el Ferrari F2004, el dominador absoluto de aquella temporada.
Temporada en la que Michael Schumacher ganó el séptimo título mundial de su carrera, el quinto consecutivo al volante de la Scuderia de Maranello; el Kaiser ganó inmediatamente las cinco primeras carreras, pero luego en Mónaco vio interrumpida la racha de éxitos en el mágico fin de semana de Jarno Trulli, autor de la pole position y luego ganador de la carrera, una carrera en la que Michael Schumacher, líder detrás del Safety Car, pero fue chocado por detrás por Juan Pablo Montoya a la salida del túnel cuando el piloto de Ferrari redujo repentinamente la velocidad para calentar los neumáticos.
El dominio de Schumacher se reanudó inmediatamente en la siguiente ronda de Nurburgring en el Gran Premio de Europa, el primero de siete éxitos consecutivos.
En total fueron 13 victorias para el piloto alemán en 18 carreras, a las que hay que sumar también las dos de su compañero Rubens Barrichello.
Ferrari ganó 15 carreras de 18 (las otras victorias las consiguieron Renault con Trulli en Mónaco, McLaren con Raikkonen en Bélgica y Williams con Juan Pablo Montoya en la gran final en Brasil).
