El piloto neerlandés, Max Verstappen, ha expresado su desaprobación por el elemento del mundo del espectáculo en torno al Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1, señalando que se sintió como “un payaso” en la ceremonia de apertura del miércoles por la noche en la Ciudad de nunca duerme.
Además de un espectáculo de drones y actuaciones musicales, el evento incluyó una sección durante la cual los pilotos emergieron de boxes gigantes en la recta de boxes y fueron presentados a la multitud.
Verstappen, que también optó por perderse un evento VIP posterior en el complejo hotelero Wynn’s al que el jefe de la F1, Stefano Domenicali, pidió a todos los pilotos que asistieran, dejó claro que hasta el momento no está disfrutando de la experiencia de Las Vegas.
“Para mí todos pueden saltarse estas cosas”, dijo el piloto de Red Bull cuando se le preguntó sobre la ceremonia. “No se trata del cantante, sino simplemente de estar ahí, pareces un payaso”.
Cuando se le preguntó hasta qué punto el fin de semana de Las Vegas fue un espectáculo, dijo: “99% espectáculo y 1% evento deportivo”.
El triple campeón del mundo continuó: “Para ser honesto, no tengo muchas emociones. Simplemente me gusta centrarme siempre en el aspecto del rendimiento”.
“De todos modos, no me gustan todas las cosas que hay alrededor. Sé, por supuesto, que en algunos lugares son parte de esto, pero digamos que no es de mi interés”.
Como resultado, Verstappen indicó que no espera con ansias el evento, el primero que se celebra en Las Vegas desde el Gran Premio del Caesars Palace en 1982.
“¿Este fin de semana?” respondió cuando se le preguntó al respecto.
“No. Tengo muchas ganas de intentar hacerlo lo mejor que pueda, pero no tengo muchas ganas de que llegue esto [el programa]”.
Presionado sobre el valor de su opinión sobre la F1 y Liberty, Verstappen minimizó el impacto potencial: “Bueno, no lo sé”, dijo. “Quiero decir, supongo que todavía ganan dinero, me guste o no, así que no depende de mí”.
