La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha ordenado a sus empleados trabajar desde casa en lugar de acudir a las oficinas, luego de que los talibanes impusieran un veto que impide que las mujeres que trabajan para la organización laboren de manera habitual.
La UNAMA advirtió que existe la posibilidad de que deba cerrar la misión y abandonar territorio afgano.
La organización depende del personal femenino para realizar encuestas en terreno y entregar asistencia humanitaria, y sin su participación, estas funciones serían inviables.
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La directora de la UNAMA, Rosa Otunbayeva, ha pedido a su equipo hacer trabajo desde casa, salvo en casos puntuales, y se analizará el funcionamiento de la misión “hasta el 5 de mayo”.
“Durante este periodo, la ONU en Afganistán llevará a cabo todas las consultas necesarias, hará los ajustes operativos requeridos y acelerará la preparación de alternativas para todos los resultados posibles”, indicó.
Los talibanes han impuesto toda una serie de restricciones a las mujeres desde que retomaron el poder en agosto de 2021, que van desde cubrirse el rostro para salir a la calle, ir acompañadas por un familiar masculino para realizar viajes o la imposibilidad de estudiar o trabajar en ciertos puestos de empleo.
