La FIA en acuerdo con los equipos de la Fórmula 1 han acordado reanudar las pruebas de los ‘guardafangos’ de neumáticos para lluvia extrema a principios del próximo 2024; después de que los planes para una prueba final de temporada se arruinaran por motivos de límite de costos.
En búsqueda y apoyo de la proveedora única de neumáticos de F1, Pirelli, para erradicar el spray generado por la lluvia en pista, la FIA ha evaluado formas de añadir cubiertas de ruedas que no restringen gravemente la visibilidad.
Dichas pruebas de un diseño piloto probado en Silverstone en julio de 2023 no dieron los resultados esperados dando como conclusión: que el concepto de la primera interacción no cubrió suficientemente la rueda.
Desde entonces se ha diseñado un segundo concepto más grande, pero originalmente se esperaba que fuera llevado a pruebas en los monoplazas el mes pasado; sin embargo, en medio del desafío logístico del intenso final de temporada más el límite de costos, los equipos que apoyan al desarrollo del sistema concluyeron que lo mejor sería esperar al próximo mes de mayo.
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El director de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, dijo que el organismo rector estaba feliz de escuchar a los equipos apoyar de mejor manera el cómo abordar la siguiente etapa:
“Obviamente, para estas pruebas recibimos el apoyo de los equipos que hacen el trabajo, no tenemos autos. Se había planificado que iba a realizarse a principios de noviembre, pero la disponibilidad de piezas y la capacidad de producción de los equipos implicados significaban que habrían tenido que conseguir todo suministrado externamente, y eso habría sido muy caro”.
“Entonces, preguntaron si podían retrasar la prueba hasta la primavera para reducir el costo y pensamos que era sensato. Desde el punto de vista técnico, hubiera preferido hacerlo ya, por supuesto, si no fuera demasiado caro”.
Objetivo casi imposible
De la misma forma, Tombazis dijo que la FIA entiende que será un objetivo casi imposible producir cubiertas que eliminen totalmente las salpicaduras, pero cree que se pueden encontrar mejoras significativas.
Sin embargo, fue fundamental para la situación comprender mejor la cantidad de spray que arroja el difusor de los coches con efecto suelo actuales:
- “Las cubiertas [originales] eran demasiado pequeñas y en realidad no cubrían lo suficiente las ruedas, sentimos que, por lo tanto, no respondieron realmente a la pregunta de si eso es una cura o no”.
- “Lo que aún tenemos dudas es qué proporción se debe al difusor general y a la succión de agua de la pista, que es algo que claramente esto no solucionará, y qué parte se debe a las ruedas”.
- “Entonces, lo que estamos probando en mayo no es la solución final. Es una especie de recopilación de información para ver si ese es realmente el camino correcto… Y si la prueba no va bien, en primavera, podemos abandonar ese curso y luego tener que repensar qué hacer”.
Si la próxima prueba tiene éxito y ofrece una posible solución para climas húmedos, entonces todavía podría haber tiempo para incorporarla a los coches para la temporada 2025, con sus adecuaciones para el reglamento técnico de 2026.
El problema del difusor es importante porque si se descubre que se está lanzando más spray desde debajo del automóvil, entonces puede resultar más problemático de resolver.
De hecho, el medio británico Autosport le preguntó sobre posibles formas de evitar que el difusor levante spray, y Tombazis dijo:
“Sería demasiado complicado hacer eso en el conjunto de regulaciones con autos que tienes en una configuración cuando está seco y tienes que hacer de alguna manera una modificación cuando está mojado”.
“Si concluimos que el factor principal es el difusor, entonces creo que la dirección en la que van las regulaciones de 2026 supondrá una mejora importante. Pero en segundo lugar, entonces podríamos centrar parte del trabajo allí y ver qué más podemos hacer”.
